No sé quien le habia contado que en la gran ciudad donde residia, se encontraba Marito Salgado, un famoso bandoneonista de su patria.
Todo eso le vino a la memoria en el colectivo que habia acabado de tomar, despues de gastar unas monedas en caramelos refresco, penso tambien en comprar una bola de fraile, pues estaba pensando en comer algo dulce.Marito ( ya lo llamaba así, con un cierto acercamiento ) usaba peluquin y siempre vestia trajes de color gris que brillaban por su uso constante, le habian dicho que tenia una oficina en el centro en las antigua galerias " los angeles", tomada la decision de bajar en el centro y pegarse una vuelta por el antiguo edificio. La idea de encontrarse con un compatriota siempre genera una charla amena y mas si es de Buenos Aires.
Entró incomodo, por los gritos de un "rapaz" que vendia oro y compraba cabellos virgenes, la galeria albergaba todo tipo de oficinas, desde peluquerias hasta jovenes que tiraban las cartas por cantidades humildes de dinero ( Parte II,Proxima Semana )
No hay comentarios:
Publicar un comentario